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Nuestras boquillas, cortinas de aire y pistolas de soplado están diseñadas para reducir los niveles de sonido y mejorar la eficiencia al soplar con aire comprimido.
En aplicaciones industriales es común utilizar el soplado con aire comprimido para limpiar, secar, enfriar, clasificar o transportar objetos. Las boquillas de soplado Silvent se utilizan en instalaciones fijas y utilizan aire comprimido de una manera eficiente. Todas las boquillas de soplado Silvent tienen la combinación óptima de alta potencia de soplado, bajo consumo energético y bajo nivel sonoro.
Los colectores de soplado se utilizan normalmente para soplar líquidos, suciedad, virutas, etc. de una superficie o un objeto. Los colectores de soplado Silvent crean un chorro de aire amplio y eficiente que da un efecto de raspado sin contacto mecánico. Todos los colectores de soplado Silvent tienen la combinación óptima de alta potencia de soplado, bajo consumo energético y bajo nivel sonoro
En aplicaciones industriales es común utilizar el soplado manual con aire comprimido para limpiar, secar o enfriar objetos. Las pistolas de soplado Silvent utilizan el aire comprimido de manera efectiva. Todas las pistolas de soplado Silvent tienen la combinación óptima de alta potencia de soplado, bajo consumo energético y bajo nivel sonoro, y cuentan con un diseño ergonómico para uso profesional.
Algunas industrias y procesos necesitan más fuerza de soplado que la que puede generar una pistola de aire normal. Por lo tanto, Silvent ha desarrollado pistolas de aire comprimido con una gran fuerza de soplado. La fuerza de soplado varía desde el doble hasta 30 veces más fuerte que una pistola de aire normal. Todas las pistolas de aire comprimido de Silvent son seguras, silenciosas y eficientes, y están desarrolladas para uso profesional.
El ruido de las válvulas neumáticas es muy peligroso, pero equipar la salida de las válvulas con silenciadores a menudo provocar fallas operacionales. Los silenciadores Silvent incorporan indicadores de advertencia. Básicamente, la tecnología permite que el propio amortiguador ajuste la combinación óptima entre capacidad de caudal y reducción de ruido gracias al difusor interior dinámico, reduciendo así las fallas operacionales al mínimo.
Con el fin de optimizar el soplado, a veces es necesario poder ajustar, por ejemplo, la presión o el ángulo de soplado. En otros casos, desea protegerse contra virutas durante el soplado manual, etc. Silvent cuenta con diferentes tipos de accesorios para realizar su soplado de una manera fácil, óptima y segura.
Así empezó todo. La industria ruidosa exigió nueva tecnología.
El ruido ha sido todo un desafío desde que surgió la manufactura moderna. Al principio, ni los sindicatos ni las empresas sabían lo peligroso que era el ruido. La ignorancia condujo a la pérdida de audición para muchos trabajadores industriales. Y entonces quedó claro que era necesario disponer de una mejor comprensión y una solución para el problema.
A principios de la década de 1970, resultó obvio que muchas personas de la industria sufrían pérdida auditiva. En consecuencia, las partes del mercado laboral de Suecia establecieron un grupo encargado de investigar el problema y presentar una propuesta sobre cómo reducir el ruido. El ingeniero acústico Stig Ingemansson fue el encargado de dirigir el proyecto.
Con el fin de recabar más información sobre el problema, el grupo del proyecto empezó a realizar estudios de campo y mediciones en la industria sueca. Resultó obvio que casi todas las industrias tenían problemas de ruido, es decir, niveles de sonido superiores a 85 dB(A). El soplado con aire comprimido fue uno de los procesos que más ruido generaba. Se observó que muchas de las empresas utilizaban tubos de cobre normales, también conocidos como tubos abiertos, para limpiar, secar, enfriar, transportar y clasificar con aire comprimido. O usaban pistolas de soplado basadas en el mismo principio: un tubo abierto. Tras analizar otros mercados en Europa y Estados Unidos, también se descubrió que los mercados utilizaban el mismo método. El problema de soplar aire comprimido a través de tubos abiertos es el aumento de las turbulencias de aire creadas en cuanto el aire sale del tubo. Esto desemboca en unos niveles de sonido muy altos y perjudiciales. El equipo del proyecto entendió que necesitaban desarrollar una nueva solución si querían reducir los niveles de sonido y la pérdida auditiva.
Crear una solución fue todo un reto. No había ninguna investigación previa en el campo, ni ningún software de simulación. Además, la producción de prototipos llevaba mucho tiempo y era difícil. Fueron necesarios varios años de desarrollo antes de que el grupo desarrollara un prototipo en 1978, utilizando una tecnología que reducía significativamente el nivel de sonido al soplar. El prototipo se patentó y se llamó Silvent, una abreviatura de la expresión en latín «silencum ventum», viento silencioso. El prototipo todavía forma parte de la gama de boquillas de aire y se conoce como SILVENT 209.
Debido a que Ingemansson, quien dirigió el proyecto, nunca estuvo interesado en vender boquillas de aire, vendió los derechos de la patente del prototipo Silvent. Durante unos años no se produjo ningún desarrollo. Pero el gran avance llegó en 1989, cuando Peder Ekberg y Åke Eliasson fundaron Silvent AB. Su pasión y enfoque en I+D hizo que más y más grandes corporaciones de todo el mundo tomasen conciencia de Silvent y sus boquillas de aire únicas. Había comenzado una historia de éxito.
Datos sobre SILVENT 209
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